2000 barquitos de combate y Oculares constituyen, cada una a su manera, las ideas más controvertibles de la producción visual de Léster Rodríguez. Ambas están orientadas a demostrar que el punto más débil del sistema es precisamente el punto donde parece radicar su fuerza más brutal: la escalada de su potencia militar. Barcos y helicópteros son algo más que motivos, quizá sean las formalidades cotidianas de un Estado preventivo que, a falta de recursos más funcionales, actúa en el ejercicio sistemático de la represión como único rasgo consubstancial a él.
domingo, 17 de mayo de 2009
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